Ahí viene el guerrero pisando muy fuerte,
¡Que abran las puertas! repite voraz,
No siente ya miedo de lo que sucede
y en su alma hay gritos de felicidad.
Se siente orgulloso, lo mira la noche,
por aquélla selva caminando va,
sabiendo que llega a la luz, sin reproches
de que da suspiros de felicidad.
El guerrero sabe que vienen muy cerca,
oye sus murmullos llenos de emoción,
toca con su mano la espada y se acerca
a aquellos que buscan verdad y amor.
Ante sus hermanos con pintura en cara,
les muestra las manos, grita de dolor,
les dice valientes que ha llegado el día,
que tras la montaña escritas sus vidas,
que no les asombre que justo esa vía
trae consigo pistas de dulce esplendor.
¡Oigan atentos! grita ya el maestro,
tiendan ya sus armas, vayanse en paz,
no se dan cuenta de que en sus adentros
llevan en sí mismos su felicidad.
Y hasta allá cabalgan juntos los guerreros,
siguiendo las pistas hacia el corazón
ya no llevan armas, sólo estan dispuestos
negando a si mismos su propia razón.
P.D. ¡Que gusto estar entre caminantes!
Misioneros del castillo gracias por hacerme parte de ustedes
4 Comments:
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Que Dios les vendiga!
Antes de que escribieras esto, Yo Yá tenía un camino, y una espada, y una guerra. Sólo me faltaba UN HIMNO.
Que el Creador te bendiga siempre, preciosa y valiente misionera; gracias por postear este Himno para MI.
Manita, te aprecio --hoy-- muchísimo MAS. Que duermas bien esta noche!!